Nemocón: tierra de sal, guaches y guarichas

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Nemocón: tierra de sal, guaches y guarichas
Noviembre 12 de 2018 - Héctor Ocampo. Travel Blogger

Para muchos hablar de sal en la vida es hacer alusión a malas energías, a malos augurios, a cosas negativas. En Nemocón esa percepción es fácil de cambiar. Sin sal, simplemente, la vida no sería posible.

Cómo llegar a Nemocón

Para llegar a esta población de menos de 15.000 habitantes y 98 kilómetros cuadrados de extensión, tuve que abordar en Bogotá un Transmilenio hasta la calle 170 y allí tomar un bus hasta el Municipio de Zipaquirá, otro de los destinos turísticos importantes de Cundinamarca y donde se encuentra la reconocida Catedral de Sal, a una hora del norte de la ciudad.

Aquí aproveché para dar un pequeño recorrido por la plaza de la Independencia y por algunas calles del centro histórico de la que fuera la capital del departamento hasta 1910. Por último y tras un viaje adicional de media hora en colectivo, llegué a Nemocón.

En total fueron $11.000 (USD 4) y una hora y 30 minutos los que debí invertir para llegar a este municipio de la sabana centro.

Mina de Sal de Nemocón

Luego de estar en el centro de Nemocón solo tuve que caminar dos cuadras para encontrarme ad portas de la Mina de Sal, hasta donde semanalmente llegan cientos de turistas para conocer esta bella obra que en gran medida debe su actual existencia al alemán Alexander von Humboldt, quien recomendó la explotación subterránea.

El recorrido al interior del lugar inicia con una breve visita al Museo de Historia Natural en el que se puede conocer sobre la geografía de la zona, apreciar vasijas y restos de elementos tradicionales indígenas, así como animales prehistóricos que habitaron la zona.

Seguidamente y tras una breve charla de seguridad mientras nos colocábamos los gorros desechables y los cascos, descendimos hasta la bocatoma de la mina, en la que nos adentraríamos por cerca de 90 minutos.

Lo primero que se puede apreciar al ingresar es una serie de escalones que finaliza en la imagen de la Virgen del Carmen, patrona de los mineros, y que luego da un giro de casi 90 grados para llegar a la primera cámara en la que se encuentran unas enormes estructuras de madera que dan soporte a los túneles.

En este lugar también se pueden observar las zonas de ingreso a los niveles inferiores de la mina que actualmente se encuentran inundados y por ende fuera de servicio.

Metros más adelante llegamos a los espejos naturales de salmuera, uno de los lugares más llamativos y asombrosos, no solo por su colorido sino por la sensación de vacío que generan a primera vista.

Mina de Sal Espejos de Salmuera

Seguidamente nuestro guía Gabriel nos llevó a la zona en la que se encontraba la réplica de la cápsula Fenix en la que fueron rescatados los 33 mineros chilenos atrapados en el desierto de Atacama y cuya historia fue llevada al cine en una película filmada en estas instalaciones y que protagonizó el reconocido actor español Antonio Banderas.

Tras visitar la cascada de sal, la capilla de la Virgen del Carmen, la Ciudad de las Estalactitas y el tanque de Santa Bárbara (el espejo de salmuera más grande de América latina bajo tierra), no podíamos dejar de conocer la cámara de los pálpitos de los enamorados. En ella se encuentra la veta de sal más grande del mundo y que fue esculpida por un minero en honor la Virgen y frente a la cual posteriormente pediría matrimonio a su futura esposa.

Mina de Sal Nemocón Corazón Enamorados

Antes de finalizar el recorrido pasamos por la réplica del árbol de los sueños en la que se ve descansar a Nemequene, recordando aquella premonición de la llegada de los españoles a sus tierras y que le permitió a los indigenas esconder su oro y dar a los colonizadores la pirita, también conocida como el oro de los tontos.

En este mismo sitio Gabriel nos pidió un gran favor, y era ayudar a rescatar un poco de nuestra cultura y evangelizar, si así se le puede decir, a todos los colombianos que utilizamos mal algunos vocablos muiscas como Guache y Guaricha que significan príncipe y princesa guerrera respectivamente y simbolizaban la honorabilidad, el trabajo, la responsabilidad y la pureza de sangre, siendo los únicos que podían casarse y liderar a sus tribus. Eran además quienes daban a luz a los cuchos, vocablo que quiere decir más bonitos que el arcoíris.

Nemocón Vista Panorámica

Luego de abandonar la mina subterránea nos dirigimos a la parte alta de la montaña en la que se encuentra caído el árbol de los deseos y desde donde se puede ver, en una bella panorámica, gran parte del centro poblado de Nemocón.

A la salida del Complejo Turístico se pueden adquirir diversas artesanías y productos típicos de la región, así como llevarse una fotografía de recuerdo de su paso por este fascinante lugar.

Mina de Sal Nemocón Reflejo

Tras esta visita en la que además de conocer sobre cultura e historia se puede aprender de los beneficios y el uso de la sal, que en otras épocas llegó a ser considerado más importante que el oro, y de limpiar las malas energías en la ciudad de las estalactitas, los turistas entenderán que en la vida se necesita de este mineral tanto como del agua.

Y es que nuestro cuerpo utiliza el sodio para controlar la presión arterial y el volumen de la sangre, así como para el correcto funcionamiento de los músculos y los nervios.

Nemocon Ciudad Estalactitas

Definitivamente Nemocón, más allá de un destino que vale la pena conocer, es un lugar rico. No solo por sus enormes despensas de sal, sino porque gracias a los guaches y las guarichas que habitaron el lugar, sus descendientes son gente amable y cordial, pero sobretodo honorable y trabajadora, que a diario lucha por conseguir su SALario.

El ingreso a la Mina de Sal

El ingreso a la Mina de Sal tiene un valor de $26.000 para adultos y $18.000 para niños, adultos mayores y personas con capacidades especiales.

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