Vichada, entre ríos y llanuras

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Vichada, entre ríos y llanuras
Mayo 01 de 2016 - Héctor Ocampo. Travel Blogger

Exuberantes amaneceres y puestas de sol que encienden cada día kilómetros de ríos y de sabanas por donde transitan peces, aves y mamíferos de diferentes especies, hacen del Vichada un destino para conocer y disfrutar, en medio de la inmensa calma y el afecto de esos “parienticos” del oriente colombiano.

El primer día de nuestro viaje iniciaría sobre las 7:30 de la mañana cuando en el counter de Satena hacíamos nuestro Check In para salir a eso de las 9, con rumbo a la capital del departamento. Hora y cuarto más tarde aterrizábamos en la calurosa ciudad de Puerto Carreño, cuando la temperatura promediaba los 32 grados centígrados, pero con una sensación térmica superior a los 36.

Puerto Carreño: Un futuro que promete

Puerto Carreno

En medio del calor intenso, abordamos los vehículos que nos llevarían al Hotel Carreño Plaza que serviría de centro de operaciones en este recorrido de 9 días por tierras que años atrás eran sinónimo de violencia y que hoy en día son remansos de paz y tranquilidad, rebosados de gente pujante y emprendedora que día a día ayuda a construir un nuevo Vichada.

Luego de instalarnos en las habitaciones y almorzar en La Vorágine, emprendimos nuestro primer recorrido por la capital para visitar algunos monumentos, así como el emblemático Cerro de La Bandera, ideal para ver caer el sol con una panorámica de 360 grados.

La Casa de la Cultura no podría quedar fuera de nuestro itinerario, no solo por ser una construcción de muchos años, sino por la hermosa labor de conservación y recuperación de la identidad llanera. Niños de todas las edades practican en los amplios corredores, cómo interpretar el arpa, los capachos o maracas, el cuatro, la guitarra y el requinto, al tiempo que con fuertes y rítmicos zapateos, se forjan los futuros exponentes del joropo.

La manga de coleo, referente en cualquier municipio llanero, sería nuestra siguiente parada. En ella se reúnen, al menos una vez al mes, cientos de porteños para disfrutar del trabajo de llano y del coleo, una tradición de origen venezolano que data del siglo XVII y que hace parte de la idiosincrasia de los llanos orientales colombianos.

El CINER es otro lugar que vale la pena conocer y que se espera abra sus puertas al turismo a finales del 2016. Este Centro de Investigación y Formación en Energías Renovables, único en Colombia y pionero en américa latina, a través de biomasa, energía eólica y energía solar, producirá cerca de 750 kW para su auto sostenimiento y para ayudar de paso a las necesidades energéticas de la capital del Vichada.

Otros sitios emblemáticos de la ciudad que logramos conocer fueron el Malecón del Puerto, además de los monumentos al Cacique Samanare, al Arpa y a la Virgen del Carmen.

Reserva Natural La Pedregoza: Reforestación y Buenas Prácticas Agrícolas

Huevos de Tortuga

De camino al Parque Nacional El Tuparro, uno de los destinos más frecuentados por los turistas, hicimos una parada para conocer de cerca el proyecto de conservación que se realiza en la Reserva Natural La Pedregoza.

Se trata de un lugar en el que se trabaja arduamente por la preservación de especies de fauna y flora endémicas de la región, a través de procesos ambientalmente sostenibles, generando de paso proyectos productivos que redunden en el mejoramiento de la calidad de vida de los miembros de la comunidad.

En La Pedregoza además ofrecen servicio de alojamiento y servicios turísticos como senderismo en verano y kayak en invierno, cuando se colman de agua los bosques inundables de la inmensa sabana.

Casuarito y Garcitas: Emprendimiento y Turismo Comunitario

Rio Vichada Garcitas

Sobre el medio día partimos rumbo a Casuarito, una población a la que se llega tras cruzar en planchón por el paso Caño Dagua.

En este pequeño lugar pudimos visitar, guiados por miembros de una institución educativa, algunas formaciones rocosas en las que se han encontrado vestigios arqueológicos que datan de los primeros años de la era cristiana. Entre ellos se destacan los pictogramas y petroglifos gigantes tallados sobre las laderas de la montaña. A 20 minutos de allí, caminando bajo un ardiente sol y luego de atravesar un pequeño caño, llegamos a un cementerio indígena.

Por tratarse de escenarios naturales que hacen parte del escudo guayanés, los paisajes son muy parecidos a los que se pueden apreciar en los diferentes senderos de Caño Cristales, en La Macarena, Meta.

Unos cuantos kilómetros más adelante y tras cruzar caño Mesetas en planchón, llegamos a Garcitas, una inspección que años atrás fuera reducto guerrillero y que hoy gracias al emprendimiento de sus gentes y al apoyo tanto de las fuerzas del orden como de las autoridades locales, es sinónimo de pujanza y compromiso con el futuro de la nación.

Además del carisma de sus habitantes que en su mayoría son operadores turísticos, Garcitas ofrece imponentes amaneceres sobre las aguas del Orinoco en el que deambulan las toninas, también conocidas como delfines rosados o de río.

Parque Natural Nacional El Tuparro: El equilibrio perfecto

Raudal Maipures

A una hora en lancha de Garcitas se llega a este inmenso parque con 548.000 hectáreas de extensión, que lo convierten en el segundo más grande del país. Hermosas playas blancas adornadas con gigantescas rocas en posiciones inexplicables, son uno de sus principales atractivos.

En nuestro primer recorrido llegamos al mirador de los Tepuyes, un escenario maravilloso sobre tierras venezolanas, que según se dice, sirvió de inspiración para Avatar, la reconocida película del Director James Cameron. Llegada la noche, nos fuimos a descansar en cómodas cabañas con vista al río y desde donde se oyen en la madrugada ruidosas ranas cuyos sonidos emulan los gritos de terror de una pequeña niña.

Al día siguiente luego de visitar Caño Lapa, aprovechamos para realizar una de las actividades preferidas por los visitantes. Se trata de un descenso con chaleco salvavidas por las aguas del río Tuparro, en un tramo de unos 300 metros.

Este parque definitivamente es un lugar mágico que cuenta con extensas sabanas rodeadas de potentes raudales y tupidos bosques, en los que además de jaguares, venados y monos aulladores, viven algunas comunidades indígenas como Sikuanis, Guahibos, Cuibas, Piaroas, Curripacos, Puinaves y Yanomamis.

Su principal ícono es el balancín sobre el raudal del Maipures, una roca suspendida sobre otra de manera inexplicable y que llevó a Humboldt a catalogar el lugar como la octava maravilla del mundo.

Avistamiento de Toninas: Entre Delfines Rosados

Toninas

Las toninas o delfines rosados son uno de los más importantes atractivos turísticos del Vichada, aunque no son muy queridas por los pescadores deportivos, ya que estos inteligentes mamíferos persiguen sus embarcaciones para aprovechar la debilidad de los peces capturados y posteriormente liberados, para ellos devorarlos sin mayor esfuerzo.

Se avistan principalmente en las desembocaduras del río Bita y el río Meta sobre el Orinoco, a donde cientos de peces llegan tras desovar en aguas más tranquilas.

Para esta actividad los motoristas acostumbran golpear las embarcaciones con remos, el agua con cuerdas e incluso imitar el llanto de los niños, ya que las toninas suelen responder rápidamente a estos sonidos y emerger a la superficie.

Fin de nuestro viaje al Vichada

De regreso en Puerto Carreño, tras haber disfrutado de paisajes fulgurantes, visto diversidad de aves y animales dentro y fuera de una gran cantidad de ríos, aprovechamos para visitar artesanías del Orinoco, un pequeño lugar en el que se pueden encontrar figuras talladas en balso y artículos creados en fibra de matapalo, así como almendras de marañón.

Con la maleta de llena, partimos rumbo al aeropuerto Germán Olano, donde cerca de las 6 de la tarde tomaríamos el vuelo de Satena con destino a la ciudad de Bogotá.

Muchas gracias a la gente de Vichada y a sus autoridades no solo por abrirnos sus puertas y permitirnos conocer ese hermoso territorio, sino por abrirnos sus corazones y enseñarnos como ese trabajo en equipo, sin importar el pasado y las adversidades, les ha permitido soñar con un futuro prometedor.

Para viajar al Vichada tenga en cuenta

  • Tener la vacuna contra la fiebre amarilla y el sarampión.
  • Usar bloqueador, gorra y camiseta manga larga.
  • Mantenerse hidratado y usar repelente.
  • Nunca viaje por su cuenta, contrate un operador autorizado.
  • Los celulares que más funcionan son Samsung y Huawei, sobre todo con Movistar.
  • En el parque El Tuparro hay teléfono público y venta de internet por pines.

Video de Vichada, entre ríos y llanuras

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